En Colombia, la inflación fue de 5,20 % en 2024: ¿Cómo la tecnología ayuda a mejorar el pago oportuno de deudas?
Colombia-2025. La gestión de cobranzas es un aspecto fundamental, ya que las cuentas por cobrar derivadas de créditos otorgados a clientes pueden transformarse rápidamente en créditos morosos si no se gestionan adecuadamente.
Esto pone en riesgo la liquidez de las empresas. En este sentido, las compañías de cobranza deben actuar de manera rápida y eficiente para evitar que un alto porcentaje de estas deudas se conviertan en incobrables. Este es uno de los retos tecnológicos de las compañías en 2025.
En América Latina el entorno está influenciado por diversos factores como la situación económica, las políticas gubernamentales y el perfil de los clientes que varían considerablemente de un país a otro. De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), las economías de la región han enfrentado desafíos significativos que impactan la capacidad de pago de los consumidores.
En Argentina, la inflación anual alcanzó un 146.4% en junio de 2024, según una encuesta del banco central, aunque esta cifra mostró una leve mejoría respecto a pronósticos anteriores.
En Brasil, la inflación subió al 4.42% en octubre de 2024, lo que llevó al banco central a elevar las tasas de interés al 10.75%, con expectativas de incrementos adicionales para frenar la inflación.
Por su parte, México ha mostrado signos de desaceleración económica, con la OCDE proyectando un crecimiento moderado del PIB de 2.2% para 2024, evidenciando un ritmo más lento en comparación con años anteriores.
Por otro lado, para lograr una recuperación efectiva, es esencial adaptar la estrategia de cobranza a cada tipo de deudor. No es lo mismo gestionar una deuda con un cliente que tiene un retraso de dos semanas que con uno que lleva más de seis meses sin pagar. Cada tipo de deuda exige un enfoque específico, donde los indicadores clave permiten evaluar la efectividad de las estrategias empleadas.
Por ejemplo, la cobranza anticipada busca prevenir la morosidad mediante acciones proactivas antes de que el pago llegue a su fecha de vencimiento.
Este tipo de cobranza es especialmente importante en sectores como telecomunicaciones y servicios públicos, donde los pagos recurrentes son esenciales para la estabilidad financiera. Un indicador relevante es la tasa de cumplimiento en el primer vencimiento, que mide el porcentaje de clientes que pagan a tiempo sin necesidad de seguimiento.
En este sentido, en toda América Latina, las estrategias multicanal han demostrado ser eficaces para mejorar la interacción con los clientes y optimizar este indicador.
La implementación de recordatorios personalizados, como mensajes de texto, correos electrónicos y llamadas telefónicas ha incrementado la tasa de cumplimiento y reducido los costos operativos, según la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS).
En México, la automatización de procesos también ha sido crucial. De acuerdo con Mercately Blog, las empresas que han adoptado software especializado han optimizado sus recursos y reducido significativamente los costos operativos por cliente, mejorando la productividad al automatizar tareas rutinarias.
Además, la tecnificación ha contribuido a disminuir los costos de mano de obra y aumentar la precisión en procesos industriales, según Grizzly Automation.
Cuando los clientes no cumplen dentro del plazo establecido, se activa la cobranza administrativa, que requiere un enfoque más intensivo. La segmentación de la cartera de deudores es clave en esta fase, priorizando según el riesgo y la probabilidad de recuperación.
El indicador principal aquí es la tasa de resolución temprana, que mide el porcentaje de deudas recuperadas antes de que entren en morosidad severa.
Por ejemplo, en Brasil, donde las tasas de interés altas han dificultado el acceso al crédito, las empresas han recurrido a técnicas de segmentación avanzada para identificar deudores con mayor capacidad de pago. Esta estrategia ha reducido el tiempo promedio de gestión por cuenta, mejorando el rendimiento del proceso. En Colombia, las visitas de campo y el contacto directo siguen siendo métodos efectivos en sectores específicos, como la construcción y las microfinanzas.
Cuando una deuda supera los plazos de cobranza administrativa, se activa la cobranza tardía, que puede implicar la intervención de agencias externas o incluso procesos judiciales. Aquí, los indicadores clave incluyen la tasa de recuperación y el costo por proceso judicial, que abarca los gastos legales asociados a la recuperación de la deuda.
Según un informe de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) de Perú, las carteras de alto riesgo, que comprenden créditos reestructurados y en cobranza judicial, han crecido en los últimos años, un fenómeno que se replica en países como Chile y Ecuador. Este incremento subraya la importancia de una gestión eficiente en esta etapa para mitigar las pérdidas financieras.
Los factores externos, como la inflación y las políticas monetarias, también desempeñan un papel crucial en la cobranza. Por ejemplo, en Argentina, la inflación anual del 2023 superó el 100%, lo que ha reducido drásticamente la capacidad de los consumidores para pagar sus deudas.
En México y Chile, las fluctuaciones en las tasas de interés han encarecido el crédito, complicando aún más las estrategias de recuperación de deudas.
Además, las empresas deben adaptarse a las regulaciones que varían por país y que afectan directamente las prácticas de cobranza. Por ejemplo, en Brasil, la legislación prohíbe métodos de cobranza que invadan la privacidad de los deudores, mientras que en Colombia se exige transparencia en el uso de datos personales. Debido a esto, la tecnología se ha convertido en una herramienta vital para las empresas, que implementan soluciones como el análisis predictivo para anticipar el comportamiento de los deudores y optimizar el contacto.
Francisco Guerra, VP de Opertaciones y Tecnología de Sixbell CX, destacó la relevancia de estas tecnologías: “En el entorno de la cobranza en América Latina, es crucial comprender no solo los números, sino también lo que los deudores expresan. Con herramientas como VOC Analytics podemos realizar un análisis profundo de las respuestas de los clientes y ajustar las estrategias de manera más precisa y personalizada.”
Por lo tanto, en este entorno cambiante, las empresas de América Latina deben ajustar sus estrategias constantemente y monitorear los indicadores clave para maximizar sus resultados.
La economía, la competencia por recursos y las herramientas tecnológicas seguirán influyendo en la efectividad de la cobranza. Las empresas que se adapten rápidamente y optimicen sus procesos tendrán más probabilidades de mantener su viabilidad financiera en un contexto regional lleno de desafíos.