Desafíos y soluciones de seguridad digital para el futuro de la banca en Colombia
En medio de las crecientes amenazas cibernéticas, el sector financiero se enfrenta al reto de identificar sus vulnerabilidades, optimizar sus recursos y usar los datos y las nuevas tecnologías para tomar decisiones informadas que minimicen las amenazas de manera efectiva.
Bogotá, 26 de octubre de 2024 – La industria financiera en Colombia está en plena transformación digital, impulsada por avances tecnológicos y una creciente demanda de servicios digitales. La banca abierta, la migración a la nube y las transacciones móviles han creado un entorno dinámico, pero también vulnerable a ciberamenazas. Según cifras de Asobancaria, el sistema financiero colombiano enfrenta 43 ciberataques por segundo, lo que convierte la ciberseguridad en una prioridad para las instituciones financieras del país.
«El enfoque tradicional de gestión de riesgos, que se basa en crear capacidades técnicas aisladas, ya no es suficiente. Las amenazas emergentes son rápidas y complejas, y requieren un enfoque mucho más integral y dinámico», destaca Hermes Romero, Director para Centro, Suramérica y Caribe de Tenable, compañía de exposure management que participó del más reciente Congreso de Prevención de Fraude y Ciberseguridad de la Asobancaria.
Además de las amenazas cibernéticas, la presión regulatoria también ha aumentado. Y es que las autoridades en Colombia han intensificado la vigilancia y las exigencias de transparencia en la divulgación de riesgos críticos. Esto obliga a las instituciones financieras a actuar con rapidez para evitar sanciones que no solo afectarían sus finanzas, sino también su reputación en un mercado en el que la confianza del cliente es un activo invaluable.
En este contexto, el enfoque tradicional de incrementar recursos y habilidades para combatir las amenazas se está quedando corto. Un informe de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía Nacional indica que solo en 2023, el sistema financiero colombiano registró un aumento del 400% en denuncias relacionadas con ciberdelitos, evidenciando la insuficiencia de las estrategias basadas en capacidades técnicas aisladas.
Hacia un modelo de gestión de riesgos integrado
«En lugar de seguir acumulando capacidades, las instituciones deben adoptar un enfoque holístico que no solo identifique las amenazas, sino que también gestione las vulnerabilidades en tiempo real. La ciberseguridad no se trata solo de defenderse, sino de anticiparse», destaca Romero, quien enfatiza en que este enfoque permite optimizar los recursos y tomar decisiones informadas que minimicen las amenazas de manera efectiva.
Además, la colaboración entre los equipos de ciberseguridad, departamentos de tecnología y directivos es esencial para priorizar las inversiones en seguridad basadas en la reducción efectiva de riesgos y no en la simple acumulación de capacidades. Este enfoque no solo optimiza recursos, sino que también refuerza la confianza del cliente y protege la reputación de las instituciones.
Preparación para el futuro
La implementación de un modelo amplio y complementario también facilita la integración de nuevas tecnologías en los procesos bancarios, crucial en un entorno donde las fintechs y las plataformas digitales ganan cada vez más terreno en Colombia. Las instituciones financieras deben asegurarse de que sus sistemas de seguridad puedan soportar la demanda creciente y que sean flexibles para adaptarse a las innovaciones tecnológicas sin comprometer la ciberseguridad.
«El sector financiero colombiano debe evolucionar su enfoque de ciberseguridad y centrarse en la reducción de riesgos mediante la medición precisa y la implementación de soluciones avanzadas. Solo así se podrá proteger la confianza de los clientes y asegurar la competitividad en un entorno cada vez más digital», concluye Romero.
La ciberseguridad en la banca colombiana enfrenta desafíos complejos que requieren un cambio de paradigma. Las instituciones deben adoptar un enfoque que priorice la reducción de riesgos para enfrentar las amenazas del futuro y mantener su competitividad en un mercado digital en constante evolución.
